martes, 7 de abril de 2015

El juego de Ender (en FCXC)



"Mi hermano y yo peleabamos por conseguir el PC de casa y poder pasar horas haciendo frente a este enemigo desconocido al que, con el tiempo, aprendimos a conocer como otro miembro de la familia."

Jose Manuel Palacios, First Contact: X-Corps.

"Cuando conozco a mi enemigo lo suficientemente bien como para derrotarle, le quiero.
Y entonces, cuando le quiero, le destruyo."

Andrew Wiggin, El juego de Ender.


Situado en 7th Avenue (apenas a 100 metros del lado sur de Central Park, en Manhattan), el edificio Ellis es un rascacielos de 50 pisos que terminó de construirse en 1997 por varios consorcios tras derribar una manzana invirtiendo en indemnizaciones millonarias sumas.
Ellis es un titán, pero un titán menor en el skyline de New York, que tiene torres como el One World Trade Center (104 pisos), el Empire State (103 pisos), o el Chrysler Building (77 pisos).

En realidad, Ellis se construyó como uno de los proyectos mas secretos de la inteligencia Norteaméricana. Un proyecto tan secreto que la propia comunidad de inteligencia desconocía su existencia (y eso no ha cambiado con la llegada Chandra). Muy poca gente sabe quien estaba detrás de esta construcción oculta a plena vista, pero parece tratarse de altisimos estamentos de la DIA (Agencia de Inteligencia de la Defensa), la CIA, la ONI (Oficina de Inteligencia Naval) y la NRO (Oficina de Reconocimiento Nacional, los chicos de los satélites espía). Con la puesta en marcha de la OSS de STRATCOM, estas agencias fueron desplazadas y perdieron el control de Ellis. La OSS tiene ahora el control, aunque se finge (malamente) informar y consultar al resto de agencias para evitar improductivos enfrentamientos en la comunidad de inteligencia norteamericana.

El edificio

Los "guardias de seguridad" (reclutas de la OSS) del edificio se encargan de que posibles intrusos no accedan al edificio “sin cita previa”, y el hall está habilitado para realmente simular un complejo de oficinas, con buzones para recepción de publicidad, números de teléfono visibles, etc. Inclusive hay varias empresas tapadera preparadas por si llegase a ser necesario. Los neoyorkinos no sospechan que este rascacielos de 50 pisos tenga ningún contacto con Global Defense ni nada que no sean empresas elitistas de banca privada, grandes navieras o poderosos holdings multimillonarios que naturalmente no existen para despacharse con cualquier empresario al que le apetezca acceder a Ellis.
Para mantener la fachada, existen incluso reclutas de la OSS (como los falsos guardias de seguridad, propiamente no son agentes todavía, y se encuentran en formación) que tras los "guardias de seguridad" simulan trabajar en empresas haciendo bulto y deplazándose a la vista de posibles externos (o vecinos con prismáticos) mientras mueven y procesan papeleo menor como la parte menor y mas aburrida de su formación, mientras juegan una especie de LARP en la que fingen ser monótonos oficinistas.
Se supone que fingir estos roles en Ellis les sirve como introducción a las farsas que podrían tener que desarrollar realmente si alguna vez se le pretendiese ocultar tras identidades monótonas, para infiltrarse en agencias de inteligencia no aliadas a Global Defense, o por las razones que fuesen.
Según opinan muchos, es una excusa barata para ayudar a protegr Ellis sin desperdiciar el talento de agentes con mejores cosas que hacer (naturalmente estas opiniones nunca salen a relucir fuera de la mas personal confianza)

En los 50 pisos de Ellis tienen cabida gimnasios, galerías de tiro, armerías, cámaras acorazadas, parkings subterraneos (3 plantas), talleres para los vehiculos, comedores, salas de reuniones y briefings, hospital, laboratorios balísticos y para inteligencia, salas de operaciones con contacto con todo el mundo, telecomunicaciones, enlaces a drones y satélites, dos helipuertos, estudios para los soldados acuertelados...

Al margen, Ellis es una fortaleza en sí misma, con cámaras de seguridad, controles biométricos, accesos a prueba de atentados, y medidas de seguridad que garantizan que nadie entre... ni salga.
Solo un fuerte ataque directo Chandra podría comprometer el edificio, con la cantidad de soldados que lo protegen desde dentro como si fuese una base (lo que de hecho, es). Incluso se ha blindado su acceso contra infiltraciones provenientes del subsuelo, y dispone de su propio espacio aéreo
Naturalmente, a los soldados de STRATCOM asignados a Ellis, se les imparten férreas órdenes de mantener la invisibilidad del complejo, y hay un auténtico esfuerzo tecnológico para asegurar y controlar las comunicaciones que salen y entran de aquí (empezando por incautor los dispositivos electrónicos en la entrada, al pasar por el control de acceso y su scanner).